ESTE JUEVES 12: CHARLA CON AMOR MUÑOZ
Estimados amigos
El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, La Curtiduría -espacio contemporáneo para las artes- y el Taller de Gráfica Actual, les invitan para que nos acompañen este jueves 12 a la charla del ciclo
PEPEGRAPAC
Programa para la Experimentación de la Gráfica
como Práctica Artística Contemporánea
Charla con Amor Muñoz
y la interlocución de Olga Margarita Dávila
Programa para la Experimentación de la Gráfica
como Práctica Artística Contemporánea
Charla con Amor Muñoz
y la interlocución de Olga Margarita Dávila
Jueves, 12 de febrero, 2009
20:00 horas
20:00 horas
Patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca
Macedonio Alcalá 507, Centro Histórico,
Oaxaca, Oaxaca, México
Macedonio Alcalá 507, Centro Histórico,
Oaxaca, Oaxaca, México
entrada libre
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AMOR MUÑOZ, México DF, 1979. Estudió en la New Orleans Academy of Fine Arts y Derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM. Fue becaria en el Programa "Jovenes Creadores" del FONCA 2007-08. Su obra ha sido expuesta en diversas muestras individuales y colectivas: Bestiario Sentimental, Centro Cultral Border, México D.F. y en Arts in Buscswick Festival, NYC; Fingered Group Show-Mexico Now Festival, NYC, Hide and Seek in the Forest of Chouchou (en colaboración con Gary Baseman) en Billy Shire Fine Arts, L.A., EUA; ARTE CONTEMPORÁNEO 2007, Venta de Arte, Grupo de las 16, Cruz Roja. México, D.F.; IMAGE AND IDENTITY Imagining our Selves, International Muesum of Women; WE HAVE NO IDEA, 10 Gallery, Riverside, California; LUNAS, UNA EXPRESIÓN ARTISTICA, Auditorio Nacional, Ciudad de México; SPLENDOR, LART23TRES Contemporary Art-Programa MACO, entre otras.
AMOR MUÑOZ, México DF, 1979. Estudió en la New Orleans Academy of Fine Arts y Derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM. Fue becaria en el Programa "Jovenes Creadores" del FONCA 2007-08. Su obra ha sido expuesta en diversas muestras individuales y colectivas: Bestiario Sentimental, Centro Cultral Border, México D.F. y en Arts in Buscswick Festival, NYC; Fingered Group Show-Mexico Now Festival, NYC, Hide and Seek in the Forest of Chouchou (en colaboración con Gary Baseman) en Billy Shire Fine Arts, L.A., EUA; ARTE CONTEMPORÁNEO 2007, Venta de Arte, Grupo de las 16, Cruz Roja. México, D.F.; IMAGE AND IDENTITY Imagining our Selves, International Muesum of Women; WE HAVE NO IDEA, 10 Gallery, Riverside, California; LUNAS, UNA EXPRESIÓN ARTISTICA, Auditorio Nacional, Ciudad de México; SPLENDOR, LART23TRES Contemporary Art-Programa MACO, entre otras.
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En la vida diaria podemos encontrar infinidad de maneras de abordar el tema del sexo, tantas como medios existen para exponer gustos, pasiones y perversiones tan disímbolas como extravagantes. En la música, el cine y las revistas el mexicano, tan propenso al melodrama y la chilladera, suele evidenciar a la menor provocación su propensión a la calentura y al cariño espontáneo que suele ser por lo general tan frágil como inmediato. La oferta es vasta. En una sociedad conservadora como es la nuestra esta oferta, aunque amplia, suele estar todavía mal vista. La gente increíblemente sigue considerando al sexo como una materia perversa y oscura. Solo así podemos explicarnos que una palabra como nalgas sea sustituida por la chabacana “pompis” en los programas de televisión, termómetro casi infalible para darse cuenta del subdesarrollo general de un país. El arte en su condición de profesión - oficio outsider está exento de participar de estas condiciones limitantes, aunque también por eso suele ser considerado refugio de individuos deschavetados, aunque inofensivos. En un ambiente conservador y machista como aquel en que nos desenvolvemos, son pocos los casos de mujeres que deciden tomar abiertamente al sexo como pretexto para establecer un discurso, artístico o no. Amor Muñoz desarrolla su iconografía desde un punto en que la pornografía resulta dulce y lo sexualmente explícito parece tener una malicia tierna, dejando una sensación como de mango con chamoy. Digamos un porno naїve. Todo en su obra tiene este cariz de invitación abiertamente sexual, de golosina cachonda que invita al placer hedonista. En varios de sus trabajos recientes esta circunstancia se manifiesta a partir de dibujos bordados con hilo realizados sobre diferentes soportes que van desde el papel hasta la ropa.
Es mediante el bordado, actividad en su momento asociada con muchachitas bien portadas que Muñoz establece un contacto íntimo con esos objetos/prendas con los que convive en un trato consumado por el contacto diario hasta volverlos incluso fetiche. Podríamos hacer una analogía entre el valor del objeto artístico como fetiche cultural para iniciados y el valor del fetiche sexual como objeto ritual para, también, unos cuantos conocedores. Tan solo en Japón existe una industria boyante de pantaletas usadas por adolescentes que son comercializadas por medio de la red. De lo más poderosa resulta esta posición abiertamente retadora, sin tintes de erotismo ñoño; aunque hay que considerar los riesgos que conlleva esta actitud provocadora, sobre todo si es sexualmente explícita en términos estéticos. Resulta interesante la relación que se establece en este trabajo entre la artista y sus afectos: amigos, parejas y extras incidentales. Aunque en prácticamente toda su obra aparece ella como protagonista, me atrevo a afirmar que cada una es un autorretrato colectivo. Podemos leer, a manera de bitácora, el entorno inmediato de la artista: reconocer amigos o gente que nos resulta chocante; podemos dilucidar sus inclinaciones exhibicionistas y apreciar el carácter fetichista que posee su trabajo. Desde las pinturas realizadas sobre zapatos de prostituta hasta las piezas bordadas sobre calzones y otras prendas personales adivinamos una debilidad fashion no delimitada por lo trendy sino por una carga social sexual que en este caso es definida por la artista y la valoración que da a las mismas.
Es mediante el bordado, actividad en su momento asociada con muchachitas bien portadas que Muñoz establece un contacto íntimo con esos objetos/prendas con los que convive en un trato consumado por el contacto diario hasta volverlos incluso fetiche. Podríamos hacer una analogía entre el valor del objeto artístico como fetiche cultural para iniciados y el valor del fetiche sexual como objeto ritual para, también, unos cuantos conocedores. Tan solo en Japón existe una industria boyante de pantaletas usadas por adolescentes que son comercializadas por medio de la red. De lo más poderosa resulta esta posición abiertamente retadora, sin tintes de erotismo ñoño; aunque hay que considerar los riesgos que conlleva esta actitud provocadora, sobre todo si es sexualmente explícita en términos estéticos. Resulta interesante la relación que se establece en este trabajo entre la artista y sus afectos: amigos, parejas y extras incidentales. Aunque en prácticamente toda su obra aparece ella como protagonista, me atrevo a afirmar que cada una es un autorretrato colectivo. Podemos leer, a manera de bitácora, el entorno inmediato de la artista: reconocer amigos o gente que nos resulta chocante; podemos dilucidar sus inclinaciones exhibicionistas y apreciar el carácter fetichista que posee su trabajo. Desde las pinturas realizadas sobre zapatos de prostituta hasta las piezas bordadas sobre calzones y otras prendas personales adivinamos una debilidad fashion no delimitada por lo trendy sino por una carga social sexual que en este caso es definida por la artista y la valoración que da a las mismas.
Balán Bartolomé.